PREGUNTAS ACERCA DEL TEMA DE NUESTRO TRABAJO
1.- PREGUNTA 1. ¿ Cuántos espiráculos presentan los misticetos ?
a) Tres
b) Uno
c) Dos
d) Los misticetos no presentan espiráculos
2.- PREGUNTA 2. ¿ Cuál de las siguientes especies pertenecen a la clase de los sirénidos ?
a) Rorcual azul
b) Marsopa
c) Yubarta
d) Dugón
3.- PREGUNTA 3. ¿ Cuál de las siguientes características pertenecen a los cachalotes ?
a) Poseen dientes en la mandíbula inferior
b) Aleta dorsal en forma de hoz en mitad del dorso
c) Son de tamaño medio y poco sociables
d) Ninguna de las anteriores pertenecen a los cachalotes
domingo, 14 de enero de 2007

LA CONTAMINACIÓN QUÍMICA
El mar es el destino final de la mayoría de los contaminantes producidos y vertidos por el ser humano y, por ello, resulta especialmente afectado por una amplia gama de compuestos.
Los compuestos organoclorados, y en particular los bifenilos policlorados o PCB, constituyen uno de los grupos de compuestos químicos sintéticos con mayor impacto en el medio marino.
Procedentes de la industria, son muy difíciles de degradar y poseen una larga vida media (en general de varias décadas). Se acumulan a lo largo de las cadenas alimentarias, incidiendo negativamente en los depredadores finales (grandes atunes, focas, tiburones y cetáceos). Los compuestos organoclorados tienen efectos inmunosupresores y hepatotóxicos, alteran el crecimiento y desarrollo óseo y son tumorogénicos. Además, debido a la similitud estructural que tienen con las hormonas sexuales, una buena parte de estos contaminantes produce alteraciones en el desarrollo sexual y afecta negativamente la reproducción.
Una confirmación de estos efectos se tuvo durante las últimas dos décadas, cuando diversas poblaciones de delfines y focas fueron devastadas por epidemias infecciosas en las que, repetidamente, aparecieron los PCB como activadores. En los brotes víricos que afectaron a las focas comunes en el Mar del Norte (1987) y a los delfines listados en el Mediterráneo (1991), los ejemplares que sucumbieron a la enfermedad presentaban concentraciones más elevadas de PCB que los que sobrevivieron. Estudios posteriores en el laboratorio demostraron que esta diferencia se debía al efecto inmunodepresor de este contaminante, que debilitó la capacidad de reacción de los ejemplares más contaminados.
Por el contrario, parece que los mamíferos marinos no se ven especialmente perjudicados por los metales pesados o elementos traza, otro grupo conocido de contaminantes marinos, aunque éstos se encuentren en concentraciones elevadas, ya que presentan mecanismos de defensa naturales para contrarrestar la toxicidad de estos compuestos. Asimismo, tampoco los vertidos de petróleo, por desgracia producidos con relativa frecuencia, parecen suponer un serio problema para la mayoría de mamíferos marinos. La única excepción son las nutrias marinas, en las cuales el petróleo adherido a su espeso pelaje les impide la termorregulación.
En los últimos años la atención se ha dirigido a los compuestos organoestánicos, unas sustancias que en el pasado se han empleado abundantemente en las pinturas de los barcos como antiincrustantes. Se sabe que estos compuestos producen esterilidad en muchas especies de peces y moluscos, principalmente en aquéllas que habitan cerca de puertos comerciales y deportivos, y en la actualidad se investigan sus potenciales efectos en los mamíferos marinos.
El futuro no es plácido. La industria química sigue creando a gran velocidad nuevos compuestos que en la mayoría de los casos irán a parar al mar, por lo que es de esperar que la cantidad de contaminantes en el medio marino aumente sin cesar. Lamentablemente, es esperable que muchos de éstos incidan negativamente en las poblaciones de focas y delfines hoy diezmadas por otras causas.
ESPECIES DE SIRÉNIDOS Y HÁBITAT
Los manatíes y dugones viven en aguas costeras cálidas y poco profundas, estuarios (donde los ríos se unen al mar) y en ríos de aguas lentas en las partes tropicales del mundo
Hay cuatro especies diferentes, o clases, de sirénidos:
• el dugón
• el manatí antillano
• el manatí de Africa Occidental
• el peixe boi o manatí del Amazonas
Dieta
Los manatíes y los dugones son herbívoros, lo cual significa que ellos sólo comen plantas como los jacintos.
Reproducción
Usualmente los manatíes y los dugones paren una sóla cría cada tres a cinco años. El período de gestación o tiempo que le toma a la cría desarrollarse dentro de la madres, es de cerca de trece meses. El padre no participa en el cuidado de la cría, y la madre y el padre no permanecen juntos formando pareja.
Amenazas a los Manatíes y Dugones
Cada año un mayor número de personas vive cerca de las costas y ríos cálidos que son también el hogar de los manatíes y los dugones. Los manatíes y los dugones tienen cada vez menos lugares donde vivir y alimentarse. Esta pérdida de espacio para vivir, o habitar, es una amenaza mayor para la supervivencia futura de estos gentiles animales.
Los manatíes y dugones viven en aguas costeras cálidas y poco profundas, estuarios (donde los ríos se unen al mar) y en ríos de aguas lentas en las partes tropicales del mundo
Hay cuatro especies diferentes, o clases, de sirénidos:
• el dugón
• el manatí antillano
• el manatí de Africa Occidental
• el peixe boi o manatí del Amazonas
Dieta
Los manatíes y los dugones son herbívoros, lo cual significa que ellos sólo comen plantas como los jacintos.
Reproducción
Usualmente los manatíes y los dugones paren una sóla cría cada tres a cinco años. El período de gestación o tiempo que le toma a la cría desarrollarse dentro de la madres, es de cerca de trece meses. El padre no participa en el cuidado de la cría, y la madre y el padre no permanecen juntos formando pareja.
Amenazas a los Manatíes y Dugones
Cada año un mayor número de personas vive cerca de las costas y ríos cálidos que son también el hogar de los manatíes y los dugones. Los manatíes y los dugones tienen cada vez menos lugares donde vivir y alimentarse. Esta pérdida de espacio para vivir, o habitar, es una amenaza mayor para la supervivencia futura de estos gentiles animales.
MAMÍFEROS MARINOS : MORFOLOGÍA (3ª Parte)
ODONTOCETOS :
* CACHALOTES
- Cachalote (Physeter macrocephalus)
- Cachalotes pequeños (Kogiidae)
* ZIFIOS (Ziphiidae)
* DELFÍNIDOS (Delphinidae)
- Orca común (Orcinus orca)
- Calderón común (Globicephala melas)
- Delfín mular (Tursiops truncatus)
- Delfín gris (Grampus griseus)
- Delfín común (Delphinus delphis)
- Delfín listado (Stenella coureoalba)
- Marsopa (Phocoena phocoena)
CACHALOTES. Dentro de este grupo hay dos familias: el Cachalote (Physeteridae), con una especie, y los Cachalotes pequeños (Kogiidae),con dos especies. Las características comunes son:
• Cabeza globosa rellena de un aceite especial llamado espermaceti, que antiguamente era muy utilizado.
• Aletas pectorales y dorsales pequeñas.
• Poseen dientes en la mandíbula inferior.
• Se alimentan de cefalópodos.
ZIFIOS (Ziphiidae). Son animales de tamaño medio (4-13 metros de longitud), poco sociables y habitantes, generalmente, de aguas profundas lejos de las costas. Estas dos últimas características hacen que sean animales bastante desconocidos.
DELFÍNIDOS (Delphinidae). Los delfínidos son la familia de cetáceos más extensa y variada donde se incluyen las orcas, calderones y los delfines. Se caracterizan fundamentalmente por:
• Ser animales marinos.
• Tener un hocico poco pronunciado.
• La aleta dorsal suele tener forma de hoz y situarse en la mitad del dorso.
ODONTOCETOS :
* CACHALOTES
- Cachalote (Physeter macrocephalus)
- Cachalotes pequeños (Kogiidae)
* ZIFIOS (Ziphiidae)
* DELFÍNIDOS (Delphinidae)
- Orca común (Orcinus orca)
- Calderón común (Globicephala melas)
- Delfín mular (Tursiops truncatus)
- Delfín gris (Grampus griseus)
- Delfín común (Delphinus delphis)
- Delfín listado (Stenella coureoalba)
- Marsopa (Phocoena phocoena)
CACHALOTES. Dentro de este grupo hay dos familias: el Cachalote (Physeteridae), con una especie, y los Cachalotes pequeños (Kogiidae),con dos especies. Las características comunes son:
• Cabeza globosa rellena de un aceite especial llamado espermaceti, que antiguamente era muy utilizado.
• Aletas pectorales y dorsales pequeñas.
• Poseen dientes en la mandíbula inferior.
• Se alimentan de cefalópodos.
ZIFIOS (Ziphiidae). Son animales de tamaño medio (4-13 metros de longitud), poco sociables y habitantes, generalmente, de aguas profundas lejos de las costas. Estas dos últimas características hacen que sean animales bastante desconocidos.
DELFÍNIDOS (Delphinidae). Los delfínidos son la familia de cetáceos más extensa y variada donde se incluyen las orcas, calderones y los delfines. Se caracterizan fundamentalmente por:
• Ser animales marinos.
• Tener un hocico poco pronunciado.
• La aleta dorsal suele tener forma de hoz y situarse en la mitad del dorso.
MAMÍFEROS MARINOS : MORFOLOGÍA (2ª Parte)
MORSAS (Odobenus Rosmarus)
Vive en grandes colonias en el Ártico. Pueden llegar a pesar 3 toneladas y medir 3,5 metros. Su característica más llamativa son los largos colmillos arqueados hacia abajo de hasta 90 centímetros. Los machos compiten entre si para conseguir un harén de hembras.
La piel es gruesa, su espesor es de dos a cuatro centímetros. La coloración cambia la tonalidad de acuerdo a la temperatura exterior. Cuando sale del agua fría la piel es gris pálida. Después que está afuera un tiempo se torna mucho más oscura. Esto se debe a que cuando se encuentra en un ambiente frío la circulación a la parte exterior disminuye, sirviendo de esta forma como aislante térmico.
Las hembras dan alumbramiento en abril y junio, después de una gestación de 15 meses. Normalmente es un sólo cachorro que pesa de 50 a 60 kg y al cual la madre cuida con devoción por los próximos dos años. Se estima que la Morsa tiene una longevidad de unos 40 años. La hembras alcanzan la madurez a los cinco años y los machos a los siete, aunque normalmente ambos no llegan a criar hasta unos años después.
La morsa tiene dos subespecies reconocidas, la atlántica (O.r.rosmarus), y la morsa del Pacífico (O.r.divergens)
El número total de individuos es incierto, pero se cree que hay unas 22.500 morsas atlánticas y unas 200.000 en el Pacífico.
Las poblaciones del Atlántico fueron diezmadas por los cazadores de focas y los balleneros europeos. Actualmente algunas poblaciones indígenas practican su caza, dando muerte a 1.150 animales al año.
La morsa del Pacífico ha sido explotada comercialmente desde el siglo XVIII, ocasionando una gran reducción de sus efectivos poblacionales. Las medidas de conservación permitieron que la población alcance los niveles previos a su explotación comercial, pero en la actualidad, su número está en declive.
MORSAS (Odobenus Rosmarus)
Vive en grandes colonias en el Ártico. Pueden llegar a pesar 3 toneladas y medir 3,5 metros. Su característica más llamativa son los largos colmillos arqueados hacia abajo de hasta 90 centímetros. Los machos compiten entre si para conseguir un harén de hembras.
La piel es gruesa, su espesor es de dos a cuatro centímetros. La coloración cambia la tonalidad de acuerdo a la temperatura exterior. Cuando sale del agua fría la piel es gris pálida. Después que está afuera un tiempo se torna mucho más oscura. Esto se debe a que cuando se encuentra en un ambiente frío la circulación a la parte exterior disminuye, sirviendo de esta forma como aislante térmico.
Las hembras dan alumbramiento en abril y junio, después de una gestación de 15 meses. Normalmente es un sólo cachorro que pesa de 50 a 60 kg y al cual la madre cuida con devoción por los próximos dos años. Se estima que la Morsa tiene una longevidad de unos 40 años. La hembras alcanzan la madurez a los cinco años y los machos a los siete, aunque normalmente ambos no llegan a criar hasta unos años después.
La morsa tiene dos subespecies reconocidas, la atlántica (O.r.rosmarus), y la morsa del Pacífico (O.r.divergens)
El número total de individuos es incierto, pero se cree que hay unas 22.500 morsas atlánticas y unas 200.000 en el Pacífico.
Las poblaciones del Atlántico fueron diezmadas por los cazadores de focas y los balleneros europeos. Actualmente algunas poblaciones indígenas practican su caza, dando muerte a 1.150 animales al año.
La morsa del Pacífico ha sido explotada comercialmente desde el siglo XVIII, ocasionando una gran reducción de sus efectivos poblacionales. Las medidas de conservación permitieron que la población alcance los niveles previos a su explotación comercial, pero en la actualidad, su número está en declive.
MAMÍFEROS MARINOS : MORFOLOGÍA (1ª Parte)
MISTICETOS
* RORCUALES (Balaenopteridae)
- Rorcual azul
- Rorcual común
- Yubarta
- Rorcual aliblanco
* BALLENAS (Balaenidae)
Los Misticetos, en general, presentan un cuerpo muy grande, siendo normalmente la hembra mayor que el macho. Poseen, además, un espriráculo doble, y las mandíbulas desprovistas de dientes. En cambio, van equipadas con barbas en la parte superior.
1.1. RORCUALES (Balaenopteridae)
Los miembros de este grupo, tienen características en común, como por ejemplo:
• Barbas no excesivamjente largas.
• Cabeza aplanada y aguzada.
• Aleta dorsal de tamaño relativamente pequeño.
• Numerosos surcos longitudinales paralelos, situados en la garganta y en la parte delantera del vientre
1.2. BALLENAS (Balaenidae)
Tienen barbas más largas, cabeza muy grande y de perfil redondeado, no posee aleta dorsal, ni tampoco surcos longitudinales en la garganta.
La importancia relativa de estas especies en nuestras costas es mucho menor que en el caso de los rorcuales. Citar en todo caso la Ballena vasca (Eubalaena glaciaris), vista en alguna ocasión en el Cantábrico y en Finisterre; su avistamiento, por lo tanto, es algo excepcional.
MISTICETOS
* RORCUALES (Balaenopteridae)
- Rorcual azul
- Rorcual común
- Yubarta
- Rorcual aliblanco
* BALLENAS (Balaenidae)
Los Misticetos, en general, presentan un cuerpo muy grande, siendo normalmente la hembra mayor que el macho. Poseen, además, un espriráculo doble, y las mandíbulas desprovistas de dientes. En cambio, van equipadas con barbas en la parte superior.
1.1. RORCUALES (Balaenopteridae)
Los miembros de este grupo, tienen características en común, como por ejemplo:
• Barbas no excesivamjente largas.
• Cabeza aplanada y aguzada.
• Aleta dorsal de tamaño relativamente pequeño.
• Numerosos surcos longitudinales paralelos, situados en la garganta y en la parte delantera del vientre
1.2. BALLENAS (Balaenidae)
Tienen barbas más largas, cabeza muy grande y de perfil redondeado, no posee aleta dorsal, ni tampoco surcos longitudinales en la garganta.
La importancia relativa de estas especies en nuestras costas es mucho menor que en el caso de los rorcuales. Citar en todo caso la Ballena vasca (Eubalaena glaciaris), vista en alguna ocasión en el Cantábrico y en Finisterre; su avistamiento, por lo tanto, es algo excepcional.
AMENAZAS QUE SUFREN LOS MAMÍFEROS MARINOS
A diferencia de los ecosistemas de tierra firme, el mar no está compartimentado, por lo que los territorios ocupados por los organismos son mucho más extensos y las redes alimentarias más largas y complejas. En la última década, los científicos se han servido de organismos indicadores para integrar esta complejidad. Entre ellos destacan los cetáceos, un grupo biológico que comprende ballenas, cachalotes, marsopas y delfines.
Muchos de estos animales son predadores situados al final de las redes alimentarias y que realizan amplias migraciones. Por este motivo concentran los contaminantes, resultan expuestos a los organismos patógenos y, en definitiva, resumen en sus tejidos las ricas interacciones del medio marino y los impactos humanos que en él se producen. El estado de sus poblaciones es el mejor indicador de calidad del mar.
Globalmente se trata del colectivo de animales más seriamente amenazado por las actividades humanas: de 118 especies, 83 están catalogadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como sujetas a amenazas en su conservación. Dos especies se han extinguido en tiempos recientes, una decena se hallan actualmente al borde de la extinción, y una proporción significativa de sus poblaciones ha sido reducida a unos niveles tan bajos que su recuperación es dudosa.
Pesca:
Esta situación es el resultado de una larga historia de conflictos con el ser humano. Durante siglos, las ballenas han sido cazadas, en muchos casos hasta la completa extinción de poblaciones enteras, para obtener de ellas barbas para fabricar corsés, aceite, harinas para fertilizantes, carne para el consumo humano y productos cosméticos y medicinales. De las focas se ha extraído también aceite y su piel se ha utilizado además para fabricar calzado y cinturones. Los testículos de los leones marinos son un producto muy apreciado en diversas farmacopeas orientales y la carne de los delfines, manatíes y dugongs constituyen un delicioso plato en muchas culturas.
Si bien en la actualidad la explotación comercial no tiene la magnitud de que disfrutó en el pasado (hoy se cazan anualmente tan sólo unas 1.500 ballenas en todo el mundo, en comparación con las 50.000-60.000 que se llegaron a cazar cada año en la década de los sesenta), otras amenazas no menos insidiosas afectan de manera significativa la supervivencia de éstas y otras especies.
Los conflictos con la pesca
Las interacciones entre los mamíferos marinos y las actividades pesqueras se dan desde tiempos inmemoriales. La extinción de la foca monje en la mayor parte de las costas del Mediterráneo se debió a problemas de este tipo que pudieron originarse hace muchos cientos de años. En nuestras aguas, dada la gran diversidad de artes de pesca utilizadas y la magnitud de la flota, los conflictos son abundantes y producen la muerte de varios centenares de cetáceos cada año. Según el modo cómo se originan, estas interacciones pueden dividirse en tres tipo: capturas directas, capturas incidentales y agresiones directas por parte de los pescadores.
A diferencia de los ecosistemas de tierra firme, el mar no está compartimentado, por lo que los territorios ocupados por los organismos son mucho más extensos y las redes alimentarias más largas y complejas. En la última década, los científicos se han servido de organismos indicadores para integrar esta complejidad. Entre ellos destacan los cetáceos, un grupo biológico que comprende ballenas, cachalotes, marsopas y delfines.
Muchos de estos animales son predadores situados al final de las redes alimentarias y que realizan amplias migraciones. Por este motivo concentran los contaminantes, resultan expuestos a los organismos patógenos y, en definitiva, resumen en sus tejidos las ricas interacciones del medio marino y los impactos humanos que en él se producen. El estado de sus poblaciones es el mejor indicador de calidad del mar.
Globalmente se trata del colectivo de animales más seriamente amenazado por las actividades humanas: de 118 especies, 83 están catalogadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) como sujetas a amenazas en su conservación. Dos especies se han extinguido en tiempos recientes, una decena se hallan actualmente al borde de la extinción, y una proporción significativa de sus poblaciones ha sido reducida a unos niveles tan bajos que su recuperación es dudosa.
Pesca:
Esta situación es el resultado de una larga historia de conflictos con el ser humano. Durante siglos, las ballenas han sido cazadas, en muchos casos hasta la completa extinción de poblaciones enteras, para obtener de ellas barbas para fabricar corsés, aceite, harinas para fertilizantes, carne para el consumo humano y productos cosméticos y medicinales. De las focas se ha extraído también aceite y su piel se ha utilizado además para fabricar calzado y cinturones. Los testículos de los leones marinos son un producto muy apreciado en diversas farmacopeas orientales y la carne de los delfines, manatíes y dugongs constituyen un delicioso plato en muchas culturas.
Si bien en la actualidad la explotación comercial no tiene la magnitud de que disfrutó en el pasado (hoy se cazan anualmente tan sólo unas 1.500 ballenas en todo el mundo, en comparación con las 50.000-60.000 que se llegaron a cazar cada año en la década de los sesenta), otras amenazas no menos insidiosas afectan de manera significativa la supervivencia de éstas y otras especies.
Los conflictos con la pesca
Las interacciones entre los mamíferos marinos y las actividades pesqueras se dan desde tiempos inmemoriales. La extinción de la foca monje en la mayor parte de las costas del Mediterráneo se debió a problemas de este tipo que pudieron originarse hace muchos cientos de años. En nuestras aguas, dada la gran diversidad de artes de pesca utilizadas y la magnitud de la flota, los conflictos son abundantes y producen la muerte de varios centenares de cetáceos cada año. Según el modo cómo se originan, estas interacciones pueden dividirse en tres tipo: capturas directas, capturas incidentales y agresiones directas por parte de los pescadores.
ANATOMÍA: Aparato respiratorio-digestivo
En los odontocetos, el aparato respiratorio conecta directamente con la parte posterior de la cavidad nasal; el esófago, en el punto que estos dos conductos se encuentran, se hace doble, rodeando así a la laringe, formando una especie de anillo. De esta forma, se evita el posible paso involuntario de partículas de alimentos o agua al conducto respiratorio. Esta disposición no se presenta en los Misticetos.
Los espiráculos (orificios respiratorios) pueden aparecer como una única abertura como en los odontocetos, o como dos en los misticetos. Por medio de estos espiráculos, los cetáceos expulsan los gases contenidos en el interior de sus pulmones, los cuales, al apasar a un medio más frío, se condensan formando el característico chorro o surtidor, que resulta especialmente visible en los grandes cetáceos. Por su forma, tamaño y dirección se puede llegar a identificar la especie que lo produce.
En cuanto al sistema nervioso, cabe destacar el gran desarrollo del centro acústico en detrimento de otros como el olfativo. El aparato auditivo está adaptado para captar sonidos ultrasónicos por medio de los cuales estos animales se comunican, capturan sus presas y tienen conocimiento del medio que les rodea.
La vista parece tener escasa eficacia, y esta parece ser semejante dentro y fuera del agua. Los ojos son relativamente pequeños, especialmente en los grandes cetáceos. Parece ser que el sentido del tacto está también bastante desarrollado.
Más adelante pondremos las características de cada grupo de mamíferos marinos
En los odontocetos, el aparato respiratorio conecta directamente con la parte posterior de la cavidad nasal; el esófago, en el punto que estos dos conductos se encuentran, se hace doble, rodeando así a la laringe, formando una especie de anillo. De esta forma, se evita el posible paso involuntario de partículas de alimentos o agua al conducto respiratorio. Esta disposición no se presenta en los Misticetos.
Los espiráculos (orificios respiratorios) pueden aparecer como una única abertura como en los odontocetos, o como dos en los misticetos. Por medio de estos espiráculos, los cetáceos expulsan los gases contenidos en el interior de sus pulmones, los cuales, al apasar a un medio más frío, se condensan formando el característico chorro o surtidor, que resulta especialmente visible en los grandes cetáceos. Por su forma, tamaño y dirección se puede llegar a identificar la especie que lo produce.
En cuanto al sistema nervioso, cabe destacar el gran desarrollo del centro acústico en detrimento de otros como el olfativo. El aparato auditivo está adaptado para captar sonidos ultrasónicos por medio de los cuales estos animales se comunican, capturan sus presas y tienen conocimiento del medio que les rodea.
La vista parece tener escasa eficacia, y esta parece ser semejante dentro y fuera del agua. Los ojos son relativamente pequeños, especialmente en los grandes cetáceos. Parece ser que el sentido del tacto está también bastante desarrollado.
Más adelante pondremos las características de cada grupo de mamíferos marinos
jueves, 11 de enero de 2007
MAMÍFEROS MARINOS : REPRODUCCIÓN
Los pinnípedos como el león marino, las morsas y las focas, se reúnen en grandes grupos para efectuar la muda y la reproducción. Grupos de machos y hembras llegan a las playas donde se llevará a cabo la crianza y el apareamiento, permanecen ahí sin mezclarse; apenas 48 horas después, los machos mayores y más fuertes se separan del grupo y dominan territorios rocosos, y muy pronto las hembras llegadas en primer término, comienzan a alumbrar sus crías.
A poco tiempo del parto las hembras abandonan a sus pequeños en la playa para ir al mar y los primeros día vuelven hasta cinco veces para amamantar a las foquitas, permaneciendo hostiles a los machos que intentan cortejarlas, a veces, con temibles mordiscos. Después de unos diez días las visitas a los retoños lactantes se espacian y su relación con los machos mejora.
Dos semanas después del parto, las hembras son receptivas y si al pasar cerca de algún macho se produce un cortejo, se lleva a cabo la cópula en el agua, que dura de 15 a 20 minutos. Durante la misma, ambos animales desaparecen repetidas veces bajo la superficie y ascienden a respirar. La gestación dura 350 días.
Se conoce muy poco de los hábitos de reproducción de las ballenas, pero las escasas observaciones parecen mostrar que son monógamas, y que llevan a cabo largas ceremonias de galanteo y cortejo antes de la cópula. Las ballenas azules australes se acoplan en junio y julio en los mares cálidos, y paren en el mismo sitio, un año después, dado que la gestación dura 12 meses. Casi siempre nace sólo un pequeño, apenas provisto de grasa. Pesa 2 toneladas y mide aproximadamente 7 metros.
Durante cerca de siete meses la cría es alimentada por su madre mediante leche de cetáceos, que tiene mayor proporción de grasa y proteínas y menor de agua, que la de los mamíferos terrestres. El ballenato mama bajo el agua, lo que se facilita al salir la leche con fuerza, en forma de chorros intermitentes, de las mamas de la madre; mientras dura la lactancia la madre no puede quedar preñada de nuevo, de manera que sólo alumbra cada 2 años. La cría es ayudada a subir a la superficie para que inicie su respiración y comience su alimentación tomando la leche de las mamas situadas en la región ventral del cuerpo de la madre, la cual con sus músculos abdominales, la impulsa a la garganta de la cría.
La tasa de reproducción en las ballenas no es elevada, l0 crías en el curso de la vida de cada hembra, pero sí suficiente para mantener incólumes los efectivos de la especie, a menos de que el hombre no las capture de manera irracional. Las diversas y múltiples modalidades que la reproducción presenta en los animales marinos, se deben a que el estar sometidos a un medio benigno y favorable para la vida, como es el mar, les permite presentar un proceso reproductor con riqueza extraordinaria en sus diferentes aspectos y pasos.
Los pinnípedos como el león marino, las morsas y las focas, se reúnen en grandes grupos para efectuar la muda y la reproducción. Grupos de machos y hembras llegan a las playas donde se llevará a cabo la crianza y el apareamiento, permanecen ahí sin mezclarse; apenas 48 horas después, los machos mayores y más fuertes se separan del grupo y dominan territorios rocosos, y muy pronto las hembras llegadas en primer término, comienzan a alumbrar sus crías.
A poco tiempo del parto las hembras abandonan a sus pequeños en la playa para ir al mar y los primeros día vuelven hasta cinco veces para amamantar a las foquitas, permaneciendo hostiles a los machos que intentan cortejarlas, a veces, con temibles mordiscos. Después de unos diez días las visitas a los retoños lactantes se espacian y su relación con los machos mejora.
Dos semanas después del parto, las hembras son receptivas y si al pasar cerca de algún macho se produce un cortejo, se lleva a cabo la cópula en el agua, que dura de 15 a 20 minutos. Durante la misma, ambos animales desaparecen repetidas veces bajo la superficie y ascienden a respirar. La gestación dura 350 días.
Se conoce muy poco de los hábitos de reproducción de las ballenas, pero las escasas observaciones parecen mostrar que son monógamas, y que llevan a cabo largas ceremonias de galanteo y cortejo antes de la cópula. Las ballenas azules australes se acoplan en junio y julio en los mares cálidos, y paren en el mismo sitio, un año después, dado que la gestación dura 12 meses. Casi siempre nace sólo un pequeño, apenas provisto de grasa. Pesa 2 toneladas y mide aproximadamente 7 metros.
Durante cerca de siete meses la cría es alimentada por su madre mediante leche de cetáceos, que tiene mayor proporción de grasa y proteínas y menor de agua, que la de los mamíferos terrestres. El ballenato mama bajo el agua, lo que se facilita al salir la leche con fuerza, en forma de chorros intermitentes, de las mamas de la madre; mientras dura la lactancia la madre no puede quedar preñada de nuevo, de manera que sólo alumbra cada 2 años. La cría es ayudada a subir a la superficie para que inicie su respiración y comience su alimentación tomando la leche de las mamas situadas en la región ventral del cuerpo de la madre, la cual con sus músculos abdominales, la impulsa a la garganta de la cría.
La tasa de reproducción en las ballenas no es elevada, l0 crías en el curso de la vida de cada hembra, pero sí suficiente para mantener incólumes los efectivos de la especie, a menos de que el hombre no las capture de manera irracional. Las diversas y múltiples modalidades que la reproducción presenta en los animales marinos, se deben a que el estar sometidos a un medio benigno y favorable para la vida, como es el mar, les permite presentar un proceso reproductor con riqueza extraordinaria en sus diferentes aspectos y pasos.
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