domingo, 14 de enero de 2007

MAMÍFEROS MARINOS : MORFOLOGÍA (2ª Parte)

MORSAS (Odobenus Rosmarus)

Vive en grandes colonias en el Ártico. Pueden llegar a pesar 3 toneladas y medir 3,5 metros. Su característica más llamativa son los largos colmillos arqueados hacia abajo de hasta 90 centímetros. Los machos compiten entre si para conseguir un harén de hembras.
La piel es gruesa, su espesor es de dos a cuatro centímetros. La coloración cambia la tonalidad de acuerdo a la temperatura exterior. Cuando sale del agua fría la piel es gris pálida. Después que está afuera un tiempo se torna mucho más oscura. Esto se debe a que cuando se encuentra en un ambiente frío la circulación a la parte exterior disminuye, sirviendo de esta forma como aislante térmico.
Las hembras dan alumbramiento en abril y junio, después de una gestación de 15 meses. Normalmente es un sólo cachorro que pesa de 50 a 60 kg y al cual la madre cuida con devoción por los próximos dos años. Se estima que la Morsa tiene una longevidad de unos 40 años. La hembras alcanzan la madurez a los cinco años y los machos a los siete, aunque normalmente ambos no llegan a criar hasta unos años después.
La morsa tiene dos subespecies reconocidas, la atlántica (O.r.rosmarus), y la morsa del Pacífico (O.r.divergens)
El número total de individuos es incierto, pero se cree que hay unas 22.500 morsas atlánticas y unas 200.000 en el Pacífico.
Las poblaciones del Atlántico fueron diezmadas por los cazadores de focas y los balleneros europeos. Actualmente algunas poblaciones indígenas practican su caza, dando muerte a 1.150 animales al año.
La morsa del Pacífico ha sido explotada comercialmente desde el siglo XVIII, ocasionando una gran reducción de sus efectivos poblacionales. Las medidas de conservación permitieron que la población alcance los niveles previos a su explotación comercial, pero en la actualidad, su número está en declive.

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